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6 hábitos que destruyen tu autoestima

  • Clelia Aquino
  • 24 ago 2015
  • 3 Min. de lectura

En la actualidad existen tantos factores que pueden llevarte a dejar de valorar o apreciar lo que eres. Uno de ellos muy importante es el ambiente donde nos desarrollamos y depende de la autoestima de los cuidadores o padres; y como ustedes saben, nadie enseña lo que no sabe. Los padres con una pobre idea de sí mismos, transmiten la misma idea a los hijos (y puedo decir que la mayoría de los casos sin querer).


La psicología ha estudiado los fenómenos con las personas con baja autoestima. Ellos son fáciles presas para los abusadores, en la gran mayoría no saben cómo defenderse y no están seguros si lo merecen. Asimismo, las personas de baja autoestima, a veces sin ser conscientes de ello, buscan la aprobación y el reconocimiento de los demás, tienen dificultad para expresar lo que sienten, piensan y en sus relaciones interpersonales tienen una gran dificultad de poder decir "no" sin sentirse culpables.


Es notable el riesgo de desarrollar una baja autoestima al permanecer en un ambiente hostil y negativo; ya que esto no nos brinda herramientas para la vida adulta y seguimos cultivando los mismos hábitos que solo reafirman las ideas que nos han impuesto en la infancia. Recuerda, estas ideas no soy tuyas. Estas son ideas impuestas por otras personas que en la adultez puedes elegir cambiarlas.


¿Cuáles son estos hábitos que tanto nos perjudican?


  1. Actuar como víctima. Ante los eventos/pensamientos poco favorecedores podemos elegir en actuar de distintas maneras. Una de ellas creer que tenemos poco y nada de control sobre las cosas. Sin embargo, poner la responsabilidad en los otros no te ayudará a sentirte más confiado y seguro, todo lo contrario. Recuerda que el punto en el que estás ahora es la consecuencia de tus decisiones. Aunque no se trata de que te culpabilices sino de que tomes las riendas de tu vida.

  2. Generalizar. A partir de un hecho aislado, crear una regla universal para cualquier situación o momento. El utilizar las palabras “siempre, nunca, todo o nada” es una señal clara que estas generalizando. Ante un fracaso en casa o en el trabajo decir “siempre fracaso” no ayudará a tu situación, es muy probable que esto te inmovilizará ya que para que esforzarse si siempre sale todo mal. ¡Anímate a retirar estas palabras de tu vocabulario!

  3. Comparaciones. Para saber si algo es más grande, más pequeño o más desagradable utilizamos las comparaciones. Sin embargo, este hábito de compararnos con los demás para resaltar nuestros defectos o errores es una vía muy directa para destruir nuestra autoestima. Si realizas comparaciones, intenta hacerlo más enfocado en procedimientos o formas de realizar, más que de resultados. Evitar competir puede ser una forma útil o dejar de compararte con personas. Cada persona tiene su ritmo y tu tiempo, pero podemos aprender muchísimo de los procesos haciendo una comparación más sutil.

  4. Enfocarse únicamente en lo negativo. Un hábito que destruye tu autoestima es dejar de lado las metas cumplidas y enfocarse única y exclusivamente en los desaciertos. Es parte del aprendizaje cometer errores, esto forma parte del proceso, pero para mantenernos motivados y tener una autoestima sana, es imprescindible que los errores no sean la forma de medirnos ya que esto minizará nuestros aciertos y no dejará potencializar nuestras cualidades.

  5. Exigencias irreales. Los estereotipos de este siglo han llevado muchísimas personas a colocar exigencias irreales o aspirar a la perfección. Las personas perfeccionistas a menudo tienen una baja autoestima ya que ningún logro es suficiente o que nada ha llenado sus estándares. Es una trampa del inconsciente para quedar siempre en deuda contigo mismo. No tengas miedo de celebrar tus éxitos ya que toda gran obra está construida por pequeños eslabones.

  6. Anularte. Cuando hablas mal de ti, no te estás haciendo ningún favor. ¿Qué te repites a menudo? Tu dialogo interior es muy probable que sea algo que alguien te trasmitió, solo sirve para minimizarte y cerrar las puertas a muchas oportunidades. Esto es un mecanismo que revela que estas atrapado en esos mensajes que te descalifican y ahora no los olvidadas y aparentemente no tienes derecho a mirarte de otra forma.

“Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras.

Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos.

Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos.

Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino.” ―Mahatma Gandhi

 
 
 

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